Han habido muchas películas sobre Drácula,desde que Bram Stoker escribiera su terrorífica novela en 1.897.Menos mal que en mi época,hasta los 16 años no se podía ir al cine porque todas estaban prohibidas,sólo algunas para niños nos eran permitidas.
Yo no podía entender qué cosas tan horribles pasarían en esas obras ,para que nos vetaran la entrada.Y digo que menos mal que no pude ver estas películas sobre Drácula porque nunca olvidaré las caras espeluznantes de unas amigas después de salir del cine.Me contaron unas escenas ,que yo creo que su representación fue mucho mejor de lo que yo podría haber visto y todo ello mezclado con mi imaginación,fue una experiencia que ya quisieran haber tenido los actuales seguidores de todas estas sagas tan de moda hoy en día.
La única versión interesante ha sido la de Cóppola de 1.992.
Pero en España tuvimos a Jorge Llopis que nos deleitó con su gracia de ver este mundo tenebroso y que si tenemos la suerte de poder escuchar su trabajo con ese acento andaluz,estoy segura que nos hará reir como en sus mejores tiempos.
Jorge Llopis (1.919-1.976) colaborador habitual de las revistas satíricas La Codorniz, publicada entre 1.941 y 1.978, y de Hermano Lobo, publicada entre 1.972 y 1.976.
¿Porque no nací en los Cárpatos,
serrana, vas y te quejas?
Yo no soy como esos condes
de Moravia y de Bohemia,
que salen de su ataúd
en las noches de tormenta,
de fraque, de guante blanco
y capa de seda negra;
como si pa chupar sangre
se exigiese la etiqueta.
Yo voy con traje campero,
con faja color adelfa,
con sombrero de ala ancha,
con mi clavel en la oreja, y
un puro, cuya vitola
dice-. «Romeo y Julieta»,
los nombres de los amantes
que palmaron en Florencia.
¿Porque no nací en los Cárpatos,
serrana, vas y te quejas?
Soy vampiro de cortijo,
una raza que se templa
con la lima de los cardos,
jaramagos y chumberas,
pero cuando hay que actuar
y succionarle al que sea l
a yugular, la carótida
o cualesquiera otra vena,
uno, que tié educación
le dice antes a su presa:
« ¡Va por usted! » ¡Y a chupar,
porque eso siempre alimenta!
Y sí se encuentra delante
gente fina y de la crema,
le pregunto: «¿Ustedes gustan?»
¡Lo que manda la decencia!,
no como otros, que aparecen
de pronto tras de una reja,
se arrojan sobre su víctima,
y ¡hala!, a chupar a lo bestia.
¿Porque no nací en los Cárpatos,
serrana, vas y te quejas?
A mí no tié que enseñarme
nadie que venga de fuera,
porque incluso en el verano,
cuando la calor aprieta,
cuando pillo algún pescuezo,
pa refrescarme, morena,
chupo, para que te enteres,
con una paja horchatera.
De casta le viene al galgo,
y a mí, de Sierra Morena,
que es donde mi abuelo
Curro asaltó una diligencia,
y en vez de robar alhajas
y desvalijar maletas,
le dio un bocao en la nuca
a una señora de Cuenca.
Vampiros fueron mis padres;
vampira, mi tía Enriqueta,
y una hermanita que tengo,
que es igual que una muñeca,
vampirita es la criatura,
y aunque por su edad no opera,
por quedar bien y chupar,
chupa un piruli de menta.
¡Si hasta a mi primilla Angustias,
que es un pedazo de hembra,
le tira el chupopterismo...
Vamos, según dice ella,
porque si no, no sé qué hace
paseando por la acera
y moviendo mucho el bolso
las noches de luna llena.
Porque no nací en los Cárpatos,
serrana, vas y te quejas.